“Ser autónoma me permite disfrutar de la familia“ Marta decidió convertirse en emprendedora cuando esa palabra aún no estaba de moda.
El objetivo que tenía era “ofrecer un servicio más exclusivo, personalizado e íntimo” porque, confiesa, lo que a ella realmente le gusta es mimar a sus clientas en su mayoría mujeres y conseguir que desconecten por completo.
“Lo más difícil de ser autónoma son los meses de impuestos. Pero en realidad también tiene muchas ventajas: te permite organizar tu propio tiempo y disfrutar de tu familia”. Aunque el camino no haya sido fácil, sí ha resultado fructífero. Marta ha hecho realidad su sueño:
“Quería crear un paraíso oculto. Un lugar que tú no sabes que está ahí pero lo conoces a través de alguien que te lo cuenta. Luego llegas allí y te flipa”
Akan no es un centro como los que están a pie de calle donde se sucede la gente con el único fin de la facturación. Aquí el tiempo se para, no hay prisas y Marta te dedica todo el tiempo que necesites.
“Disfruto muchísimo con mi trabajo. Soy super feliz. Esto para mí no es un trabajo, es un hobby“
Le gusta tanto, que siempre está pensando en nuevas opciones que mejoren el bienestar de sus clientas.
Talleres dictados por expertas en mindfulness, nutrición o asesoramiento de imagen y de color, tratamientos específicos para cada temporada y nuevos productos adecuados a los tiempos que corren.
“Me centro en que el cliente esté a gusto, que confíe en mi trabajo y vuelva porque está contento con los resultados“